Piel normal o eudérmica
Suele tener aspecto de piel flexible, tersa, fina y ciertamente suave, siendo similar a la de un niño.
Su aspecto sano, natural y agradable pone en evidencia que existe en este cutis una buena circulación sanguínea, presentando unos poros diminutos, muy cerrados, algo que impide la formación de comedones o cualquier otra clase de impurezas.
No tiende ni a ser ni muy grasa ni muy seca, aunque es ligeramente grasienta en la barbilla y en la nariz por regla general.
Piel grasa
Se caracteriza por presentar:
-Orificios pilosebáceos dilatados y visibles
-Textura granulosa
-Aspecto lustroso y brillante
-Aumento del grosor de la piel
-Secreción sebácea y sudorípara aumentada
-Tolerancia a la intemperie
Piel grasa deshidratada
Se trata de un estado temporal de la piel, la que por causas externas, climáticas, enfermedades generales, por falta de ingestión, etc., se produce una pérdida de lozanía, flaccidez, acentuamiento de arrugas perioculares, frontales, perilabiales, color ámbar de la piel.
Piel Grasa Avejentada o Desvitalizada
El cutis se vuelve seco y áspero al tacto. Es una piel fláccida, poco elástica, arrugada, de color amarillento, con algunas o muchas telangiectasias. En personas que se han expuesto reiteradamente al sol durante años.
Piel grasa con rosácea
Se caracteriza, por tener, sintomatología de dermatitis seborreica y una historia evolutiva propia de la rosácea.
Piel seca
Se caracteriza por presentar
-Piel de espesor disminuido
-Aspecto opaco y descamado, con arrugas finas precoces
-Secreciones disminuidas. Pocos comedones.
-Intolerancia a la intemperie
-Subtipo: Piel Seca Deshidratada, se acentúan los signos mencionados
Piel seca deshidratada
Presenta síntomas de resequedad en la piel, maltratada y de una apariencia envejecida.
Piel sensible
Puede ser tanto grasa como seca. La característica es que tiene intolerancia al clima, a los cosméticos, a los tratamientos. Se manifiesta con prurito, ardor, tirantez, hormigueos.